jueves, mayo 2

La Plata. El escándalo en la Legislatura Bonaerense desnuda los privilegios de todo el régimen político

La detención del referente peronista platense “Chocolate” Rigau mostró parte de los manejos económicos en la Cámara de Diputados provincial. Para terminar con los privilegios de una casta al servicio de los empresarios, el Frente de Izquierda propone que todo diputado gane como cualquier trabajador.

La detención de un referente del peronismo platense, Julio “Chocolate” Rigau, extrayendo dinero de cajeros automáticos, teniendo a su disposición decenas de tarjetas de débito de empleados de la Legislatura bonaerense, puso la lupa sobre los manejos económicos de la Cámara de Diputados provincial.

La mirada está puesta sobre el peronismo al que responde Rigau, mas precisamente el sector de Sergio Massa, pero lo que es cierto es que es todo el peronismo, la UCR y el PRO quienes co-dirigen la Legislatura, y que hace meses la mantienen en inactividad, como viene denunciando el PTS – Frente de Izquierda.

La indignación que genera la denuncia es lógica. Una Legislatura que tiene uno de los presupuestos más altos del país, que nadie conoce, ni los propios diputados que lo votan. Es un presupuesto que se vota a libro cerrado con la única oposición del Frente de Izquierda. Los privilegios de la Legislatura no terminan en Chocolate. Los diputados cobran sueldos millonarios, y existe una discrecionalidad en el manejo de los fondos por parte de los bloques políticos mayoritarios.

Días previos a que se conociera la detención de Julio Rigau, la médica y diputada provincial del PTS-FITULaura Cano, decía que “en medio de la crisis social y económica de mayor envergadura de los últimos años, que afecta especialmente a las mayorías trabajadoras, la Legislatura de la Provincia de Buenos Aires no pretende sesionar. De espaldas a las penurias de las mayorías, se tomaron las vacaciones más largas de la historia”.

La Cámara de Diputados de la Provincia de Buenos Aires no sesiona desde el 12 de abril. Una sola sesión en un año donde la inflación ya supera los tres dígitos con el 115 % anual y los índices de pobreza golpean a miles de familias de la provincia.

En medio de la campaña electoral, asistimos a operaciones políticas, mediáticas y judiciales cruzadas entre oficialismo y oposición, luego de que en lo esencial del ajuste se pusieran de acuerdo y ambos sectores aprobaran todos los presupuestos y leyes en común, en los últimos cuatro años. Para saber la verdad sobre la denuncia de corrupción contra Chocolate, la investigación no puede quedar en manos de jueces que responden a los intereses de Juntos por el Cambio y el PJ.

Nadie puede ser ingenuo de las cadenas de favores que unen a los jueces con los bloques políticos mayoritarios. Por eso el Frente de Izquierda plantea que todas las denuncias de corrupción deben ser juzgadas en juicios por jurados y que sea el pueblo el que decida.

Para terminar con todos los privilegios de una casta que convive con “Chocolates”, hay que empezar por exigir que el presupuesto de la Legislatura sea públicoque todo diputado cobre como un docente o cualquier trabajador, como es el planteo histórico de la izquierda que, además, lleva a la práctica.

Este proyecto se acaba de presentar nuevamente, dado que perdió estado parlamentario por la negativa del resto de los bloques a darle tratamiento.

El Frente de Izquierda, lejos de los privilegios de una minoría que vive de la política, considera las bancas como un puesto de lucha, por eso rotan en sus cargos y cobran como un trabajador, donando el resto de la dieta a luchas populares.

Milei denuncia a “la casta” política, pero su plan es gobernar beneficiando a los dueños del poder económico. Además, fue la “casta” de políticos peronistas quienes le armaron las listas municipales, y se rodea de lo más rancio de los burócratas y políticos menemistas. Su candidata a vicepresidenta defiende a la casta militar y ambos no tienen una sola crítica a la casta judicial.

Milei le acaba de ofrecer a Macri un ministerio en caso de ganar: más casta, no se encuentra.

El Frente de Izquierda dice que los privilegios de la casta política sólo se explican por ser los representantes de las clases dominantes, mientras las grandes mayorías somos cada vez más pobres. Escuchamos permanentes ataques a las y los docentes cuando salen a reclamar, incluso proponen volver al presentismo. Sin embargo, diputados y senadores que reciben sueldos millonarios sesionan una vez al año, dándole la espalda a los reclamos de las mayorías.

Ante la bronca de los que se indignan con una casta que vive en un cumple y rodeada de “Chocolates”, se redobla el compromiso de poner las bancas del Frente de Izquierda a disposición de fortalecer cada una de las luchas y reclamos contra el ajuste y por nuestros derechos.