lunes, mayo 20

La salud de la provincia de Buenos Aires, a contramano de la crisis

El gobierno de Kicillof impulsa inoportunos proyectos, con el IOMA en el que quizás sea el peor momento de su historia, queriendo privatizar bajo argumentos estatistas; ahora ya no se pretende usar los impuestos para pagar ineficiencias públicas, sino también privadas

El sistema de salud argentino vive horas determinantes. El deterioro del salario medio, que en definitiva condiciona los fondos disponibles de obras sociales y prepagas, la inflación y el cese de la ayuda estatal otorgada por la emergencia sanitaria, sumados a los niveles de pobreza crecientes, crearon la tormenta perfecta. En esta precaria situación, el gobierno de la provincia de Buenos Aires propone cuatro llamativos proyectos. Primero, dos leyes para crear sendas sociedades anónimas, una para fabricar y comercializar medicamentos e insumos médicos, y la otra para proveer servicios de emergencias en vía pública o SAME en el territorio provincial. Adicionalmente, crearían (por ley) un sistema integrado de información estadística en salud. Finalmente, se propone un Instituto Universitario Provincial de Salud. Los proyectos podrán ser más o menos discutibles desde lo técnico, pero no hay dudas de que van a contramano de la gravísima crisis de salud provincial. En la situación actual y dada la magnitud de los problemas en PBA no hay espacio para ensayar acrobacias que no se sabe si van en la línea del mercado o del Estado, si se insiste en estatizar la salud o en repartir lo público entre privados.

Privatización de la mitad del SAME provincial

Se promueve una ley de creación de una sociedad anónima con mayoría estatal para servicios de ambulancia en PBA. Hoy las ambulancias son un servicio público provincial gestionado por los municipios y se lo querría privatizar en un 49%. Los servicios de emergencia seguirán siendo gratuitos, pero se cobrarán a obras sociales y prepagas cuando el paciente tenga cobertura; hecho que hoy ya existe y no requiere ninguna ley adicional. Se le permitirá a esta nueva empresa hacer negocios para ganar dinero, utilizar procedimientos administrativos propios de empresas privadas, pero, cuando las cuentas no cierren, recibirán aportes del estatales. Dinero de los contribuyentes para pagar las cuentas que no cierren de una gestión, en los hechos, privada.

Un avance notable de la gestión de la exgobernadora María Eugenia Vidal fue la creación de un SAME provincial. Antes, la vía pública era calamitosa, ocupando el país los primeros puestos mundiales de mortalidad por accidente de tránsito. Ahora, un gobierno con tinte estatista (siempre muy respetable), pretende convertir el SAME en una sociedad anónima que técnicamente hará negocios a favor de sus dueños (mitad privada), pero que el Estado deberá rescatar cuando dé pérdidas. Dato interesante, los empleados de esta sociedad anónima tendrán IOMA como cobertura social, igual que los empleados públicos.

Laboratorio Farmacéutico Provincial Multipropósito SA

Un segundo proyecto crearía otra sociedad anónima con participación estatal mayoritaria para fabricar y comercializar medicamentos, fabricar y comercializar vacunas, insumos médicos, productos médicos, equipamiento asociado a su objeto (es decir cualquier máquina para fabricar cualquier insumo médico), ingredientes farmacéuticos activos, insumos odontológicos, y cualquier otro insumo necesario para la salud. Uno se pregunta si quien concibió esta norma tiene alguna idea de lo que significan los procesos de producción de cada uno de estos rubros. Por ejemplo, fabricar medicamentos oncológicos por un lado y gasas por el otro. Pero la norma dicta que lo podrá hacer por intermedio de terceros (¡), convirtiéndola en mera intermediaria. Adicionalmente, ya no alcanza con que el Estado financie al Estado, sino que aquí financiará al privado para hacer lo mismo que 300 empresas privadas ya hacen sin intervención del Estado.

La norma además prevé que esta nueva sociedad anónima realice también el control de calidad de medicamentos e insumos médicos y otros productos médicos (las actividades que ya realiza la Anmat), y ¡que realice además el control fisicoquímico y microbiológico del agua y de los alimentos! Zanjas y arroyos contaminados le van a sobrar para analizar el agua en el Conurbano.

Al margen de la antigüedad que representaría poner al Estado a fabricar medicamentos, esta empresa propuesta usaría procedimientos de compras y contrataciones propios de un privado aunque quedaría en jurisdicción del Ministerio de Salud de la Provincia, es decir del Estado. Podrá hacer negocios multipropósito con insumos médicos de todo tipo, pero si las cuentas no cierran, nuevamente, contará con los aportes del Poder Ejecutivo provincial para su funcionamiento; otra vez, dinero de los contribuyentes a privados. También aquí, los empleados de esta sociedad anónima con garantías operativas públicas tendrán IOMA (la norma alude expresamente a la Ley provincial 6982, que crea el IOMA), luego experimentarán los inconvenientes de sus afiliados para adquirir, justamente, los remedios.

Se crea “otro” sistema de información estadística en salud

Otro proyecto consiste en organizar y poner en funcionamiento un Sistema de Información de Salud y alude al antecedente de información de la pandemia, el mismo que se caía permanentemente y reproducía primitivos gráficos superables por cualquier hoja de cálculo de uso doméstico. Ocurre que la provincia está integrada al Sistema Estadístico de Salud en la Argentina, al Indec (creado por ley nacional), y existe el Sistema Estadístico Provincial, creado por ley provincial, así como la vigente obligatoriedad de reportar eventos de interés sanitario. Se pretende atribuir al nuevo organismo (otro más) el “suministro e integración de información estructurada vinculada a hechos vitales, morbilidad, rendimientos de servicios de salud, disponibilidad y utilización de recursos en salud, vigilancia epidemiológica”, etc. La pregunta es, para qué una ley para otro organismo, cuando en la era de la inteligencia artificial las computadoras de los hospitales públicos provinciales parecen prehistóricas. Los datos sirven cuando se les hacen las preguntas correctas y es por estas preguntas que debería comenzarse, y no seguir multiplicando estructuras que finalmente arrastran los mismos problemas de las anteriores, mientras el parque informático envejece.

Instituto Universitario Provincial de Salud

Finalmente se promueve la creación del Instituto Universitario Provincial de Salud “Floreal Ferrara”. Ilustre y erudito médico platense que fuera ministro de salud de Cafiero en PBA, y figura señera de la medicina social. Esta nueva estructura convivirá con la importación de médicos de Cuba, el mal pago a los residentes, la escasa formación de enfermeros, las condiciones críticas en que está el equipo de salud en los hospitales públicos, y junto a una de las mejores universidades de salud de Sudamérica en La Plata, que podría hacer el trabajo sin problemas.

Ante estos inoportunos proyectos de salud, a contramano de la crisis, con el IOMA en el que quizás sea el peor momento de su historia, queriendo privatizar bajo argumentos estatistas, ahora ya no se pretende usar impuestos para pagar ineficiencias públicas sino también privadas. Yendo a contramano, sería mejor cuidarse de “las fuerzas del Cielo”. Fue también un médico peronista como Floreal Ferrara quien las invocó cuando, quizás en el colmo del hartazgo, escribió que “la justicia de Jehová debe llegar como la esperanza de pureza que pueda corregir tanta corrupción…”. La cita es precisamente de su libro “Salud y Corrupción”.