El sábado 24 de mayo se realizarán visitas guiadas al reloj de la torre, con acceso al mirador y representaciones históricas. Los chicos y sus familias podrán participar en un taller de estampado.
El público podrá disfrutar de visitas guiadas al reloj de la Torre, con acceso al mirador a 40 m de altura, y representaciones históricas. Además, los chicos y sus familias podrán participar en un taller de estampado de remeras.
Este espacio, ubicado en Av. Dr. José María Ramos Mejía 1315, frente a la estación de Retiro, podrá visitarse sin costo de 10 a 18 h.
Programación
– De 11 a 12 h (turno mañana) y de 13.30 h a 14.30 h (turno tarde)
Visitas guiadas al reloj de la Torre y acceso al mirador. Además, habrá una representación histórica de la Sociedad Victoriana Augusta Argentina.
Actividad para mayores de edad. No apta para personas con movilidad reducida.
Con inscripción previa en turno mañana y turno tarde.
– De 11.30 a 12.30 h
Taller de estampado de remeras para niños de 6 a 12 años, cada uno acompañado por un adulto. Ingreso limitado por orden de llegada, hasta completar la capacidad del lugar.
Todas las actividades se suspenden por lluvia.
Historia
La Torre Monumental fue concebida como un regalo de la comunidad británica residente en Argentina para los festejos del Centenario de la Revolución de Mayo en 1910, aunque su construcción comenzó recién en 1912, luego de que la fábrica de gas inglesa ubicada en el predio se retiró. Las obras estuvieron a cargo de la empresa Hopkins y Gardon, bajo la supervisión del arquitecto Ambrose Macdonald Poynter.
También la Primera Guerra Mundial condicionó el inicio de obras, siendo inaugurada el 24 de mayo de 1916, con la presencia del presidente de la Nación, Victorino de la Plaza, y el ministro plenipotenciario inglés, Reginald Tower, bajo la fachada del escudo argentino.
Los 55 mil ladrillos que conforman su estructura de estilo eduardiano vinieron desde Gran Bretaña, junto al imponente reloj Gillet & Johnston, que imita a su gemelo en la Torre Big Ben. Toda la ornamentación exterior remite a la cultura de las cuatros naciones que integran la corona británica y remata en una cúpula de cobre, que alberga cinco campanas de bronce, siendo la mayor de 7000 kilos.
Pasaron varias décadas hasta que la Torre tuvo un ascensor, no previsto en los planos originales, y que posibilitó la vista patrimonial única de la Ciudad desde su mirador a 40 metros de altura.