Patricia Bullrich, acompañada por el intendente de Tres de Febrero, Diego Valenzuela, mostrará el inicio de su camino definitivo a su emancipación de Mauricio Macri al lanzar la corriente Libertarios en el PRO junto con Sebastián Pareja, armador bonaerense y único autorizado por el binomio Karina y Javier Milei para que hablen en su representación.
El encuentro empezó a tramarse cuando Valenzuela, en una de sus charlas con Milei, habló directamente de política y tomó nota del deseo presidencial de encarar un trabajo político con el fin de desbancar al kirchnerismo de la Provincia de Buenos Aires. El presidente tiene una inquina ideológica tremenda contra Axel Kicillof, a quien considera el más fiel representante del populismo kirchnerista y filo comunista que combate en cuanta oportunidad y foro tiene para desarrollar sus ideas anarco libertarias.
“Hablalo con Pareja que es el único que no me cagó en la Provincia de Buenos Aires”, le dijo Milei a Valenzuela. El actual secretario de Integración de Servicios Urbanos, SISU, hace todo de acuerdo a los requerimientos del jefe del presidente, Karina Milei, la armadora de La Libertad Avanza en todo el país. Para conseguir eso, el senador provincial en uso de licencia tuvo que desmarcarse rápidamente de su socio y ex jefe directo, Carlos Kikuchi, hoy recostado entre los libertarios filo K bonaerense.
La novedad no es sólo la actividad que se desarrollará en Luis Guillón, sino la gestualidad libertaria para con Bullrich, a quien le costaba que “el jefe” le generara confianza más allá de su rol de ministra de Seguridad. “Que Karina y Patricia trabajen juntos es muy fuerte”, se envalentona uno de los armadores de la actividad que seguramente enemistará a Macri, a punto de volver a la conducción del PRO nacional la semana próxima.
“Quizás no toman nota que los Milei utilizan a todo el mundo. Por un lado les hacen creer a Patricia que será la organizadora del PRO en la alianza con La Libertad Avanza. Pero Mauricio habla desde otro lugar con Javier y ahora está generando más confianza con Santiago Caputo“, le expresó a El Cronista un amigo del ex presidente. Al parecer, en un tiempo prudencial, habrá novedades importantes sobre este acuerdo creciente entre los dos “presi”.
La dupla Bullrich – Valenzuela deberá cotejar las realidades territoriales paralelas. No sólo volver a conversar con Joaquín De la Torre, quien “primero la vio” sino con José Luis Espert, “el profe” que ya tiene la aprobación de Milei para que trabaje en torno a cualquier candidatura bonaerense, desde la reelección el año próximo como diputado nacional a ser gobernador en 2027.
También ya han dejado en claro que tienen ganas de ser parte libertaria Cristian Ritondo, Diego Santilli y María Eugenia Vidal, tres PRO puros que aún esperan ser convocados para un cargo nacional de envergadura. La ex gobernadora, además, se tomó un tiempo para participar de la interna de su partido al retwitear la calificación de Jarrón Chino que en un off le impusieron a Ramón Lanús, el más joven de los intendentes de su partido.
Extrañamente, lo descalifican porque no saben a dónde ubicarlo, ya que mantiene excelentes vínculos personales con Bullrich, Macri y Joaquín De la Torre, entre otros. Pero no le reconocen ser el único de los jefes municipales bonaerenses que llegó ahí luego de haber ganado una interna, justamente, contra uno de los más clásicos dirigentes locales como lo es Gustavo Posse. Vidal no es la única que lo lima a Lanús… “El PRO es muy difícil”, admite un viejo vecino sanisidrense que los conoce, a todos, desde muy chiquites.
A la par, la propia Karina Milei junto con Eduardo “Lule” Menem, Lisandro Catalán y Guillermo Francos, mas algún amigo no declarado pero con altísima incidencia territorial, ya han empezado a sondear a aquellos que no creen que en algún momento exista la emancipación de Axel Kicillof de Cristina Fernández de Kirchner. Son los dirigentes que no quieren acompañar las aventuras de La Cámpora.
El gran hormiguero de la política roto por la llegada de Javier Milei a la Presidencia habilita para todo tipo de especulaciones. Los radicales también están dispuestos a realizar su propia estrategia sin esperar las definiciones de sus antiguos aliados del PRO o los ya emancipados miembros de la escudería que conducen Miguel Angel Pichetto, Emilio Monzó y Nicolás Massot, hoy creadores del crucial bloque de Hacemos.
La UCR es un hervidero. Los intendentes del interior, en cuyos pueblos ganaron Patricia Bullrich o Javier Milei en las elecciones generales y el ballotage, tienen más ganas de empezar a acordar con Axel Kicillof que seguir esperando que los atiendan sin ningún resultado en la Casa Rosada.
Eso provoca que Maximiliano Abad, el senador que ha conseguido algunos logros estratégicos en su poco tiempo en la Cámara Alta, siempre esté con el teléfono abierto. Igualmente, el legislador aprovecha ese rol institucional para tejer todo tipo de acuerdos y entendimientos, desde lo político hasta lo partidario. Entusiasmado, se lo escuchó jovial cuando les comentaba a sus correligionarios el gran triunfo obtenido en el Colegio de Abogados de su pueblo, General Pueyrredón, donde compitió contra las listas peronistas y libertarias. “Ni minoría sacaron”, se ufanaba.
Los radicales bonaerenses, igualmente, siguen teniendo los túneles activados con sus antiguos aliados provinciales como José Luis Espert y Diego Santilli, probables candidatos en una alianza entre el PRO y La Libertad Avanza. Si eso no sucediera, las probabilidades de una alianza política de centro derecha está latente.
No obstante, el PRO no está muy conforme por cómo se mueven los radicales en la Provincia. Perciben que sus aliados en Juntos por el Cambio no tienen la misma mirada que ellos en su relación con el Kicillof. Sino, preguntarle al diputado provincial Agustín Forchieri, que presentó un duro informe en contra de las reformas sanitarias propuestas por el gobernador en el área de Salud pero presiente que sus socios no están tan de acuerdo con él.
Invertí en peri