jueves, noviembre 21

Maqueda advirtió que la causa de Cristina Kirchner no es prioridad para la Corte y anticipó que el caso llevará “mucho tiempo”

El magistrado brindó una entrevista por primera vez desde que integra la Corte Suprema. Aseguró que el trámite para que el Máximo Tribunal tome la causa Vialidad “es muy largo”. Además, contó que se enteró “por los medios” de su jubilación y manifestó su deseo de que el Senado trate los pliegos de Ariel Lijo y Manuel García Mansilla

El juez de la Corte Suprema de Justicia Juan Carlos Maqueda aseguró hoy que la causa Vialidad por la que fue condenada la expresidenta y vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner a seis años de prisión no es un tema prioritario para el Máximo Tribunal y anticipó que el tratamiento del expediente, si es que efectivamente les llega a sus despachos, llevará “mucho tiempo”.

Maqueda, que dio una entrevista por primera vez en los más de 20 años desde que integra la Corte, afirmó que no habrá tratamiento prioritario para la causa contra CFK, aunque aclaró que, antes, la Cámara de Casación Penal debería admitir el recurso extraordinario que pedirá la defensa de la expresidenta o, en todo caso, que presenten un recurso de queja.

“No se fijan prioridades de ese tipo privilegiando a una persona, o a la causa que tiene una persona; o de lo contrario, no tratándola por una persona y dejándola de lado. Generalmente tiene que ver con la complejidad de las causas el momento que se elige para que las causas puedan salir. Y además el trámite: si está trabado o no. Explicaba que, a pesar de que los medios de comunicación transmiten que va a resolver la Corte, la realidad es que la que acaba de fallar es la Cámara de Casación Penal”, explicó Maqueda al diario cordobés La Voz.

“Ahora, los apoderados legales de Cristina Kirchner tendrán la oportunidad de presentarse ante la misma cámara con un recurso extraordinario. Y su mismo nombre lo dice: el recurso extraordinario no es un recurso simple, ni tampoco es parte del sistema recursivo normal. Un recurso extraordinario tiene que demostrar que hay causa federal que, en el lenguaje simple, sería donde hay un tema constitucional por el cual agraviarse, y sobre el cual la Corte se tiene que dedicar a ver ese tema. O tiene que haber una arbitrariedad muy grande. Si eso sucede, la Cámara que se expidió, que es la que tiene el expediente en este momento y que es la que acaba de pronunciarse, decidirá si abre el recurso extraordinario. Y si esto va a la Corte”, detalló el magistrado y aclaró que no está confirmado que Casación considere viable el recurso extraordinario.

En ese sentido, Maqueda explicó que el hecho de que Cristina Kirchner sea expresidenta “no lo hace extraordinario en sí mismo” y aclaró que tiene que haber una causa federal o una grave arbitrariedad. “Y la tienen que detectar los mismos jueces que han fallado ahora. Y si ellos llegan a decir: ‘No hemos encontrado ni causa federal ni arbitrariedad para conceder el recurso extraordinario’, y lo niegan, está la posibilidad de que se recurra a la Corte en forma directa, como se llama, a través de lo que se denomina un Recurso de Queja. Todo eso lleva mucho tiempo”.

El juez detalló que el trámite para todo eso es largo. Enumeró que un recurso de este tipo la Corte lo recibe en la mesa de entrada, luego lo gira a una secretaría (en este caso la N° 3, que es la Penal), y esa secretaría lo tiene que estudiar “en el orden de las causas que tiene, y tiene que hacer un informe previo, y después empieza a girar por las vocalías de los cinco miembros, en este caso cuatro. Todo para que se estudie si es admisible o no”.

Mientras tanto, la condena de CFK seguirá en esta condición. Es decir, al no ser un fallo firme, la ex presidenta y vice conservará su libertad y podría, eventualmente, ser candidata el año próximo para las elecciones legislativas. “Ya se expidió el último tribunal penal de la Nación. Porque la Cámara de Casación es el último tribunal, vendría a ser la tercera instancia. La primera es el juez, la segunda es la cámara o el tribunal oral en este caso, y después ha venido la Cámara de Casación. Esta sentencia ya ha sido vista por tres jueces y dos tribunales como mínimo”, comentó a La Voz, aunque aclaró: “No conozco la causa. Y si la conociera tampoco hablaría tampoco”.

Maqueda visitó Córdoba, su provincia natal, para un homenaje por los 30 años de la reforma de la Constitución. El propio juez integró la comisión redactora de la nueva Constitución de 1994. “Más allá de las cláusulas que contiene, que pueden haber sido algunas buenas y otras no tanto, tuvo una gran virtud: se hizo en base a un momento al que se llegó con un nivel de coincidencias muy grandes en la política. Hubo un altísimo nivel de consenso. Es más, si no hubiese existido el Pacto de Olivos entre Menem y Alfonsín, no se hubiera podido hacer la reforma. Fue como un paréntesis en la vida política porque, hasta ese momento, había un gran nivel de conflictividad”, recordó.

El ministro del Máximo Tribunal reconoció que en la época actual del país se potenció la judicialización de la política. “Pareciera que aquellos métodos que se han ensayado, tendientes a acercar a las partes y a acordar, en llegar a un acuerdo intermedio, van fracasando. Aunque no creo que hayan fracasado. Me parece que lo que hay hoy es una cultura de la conflictividad muy grande y eso es preocupante”, consideró y le puso números a su impresión: “Nosotros, en la Corte Suprema, recibimos entre 10.000 y 20.000 demandas al año; cuando debería ser excepcional llegar a la Corte. Hoy todo abogado que empieza una causa puede hablar con su cliente y decirle: “Esto lo llevamos hasta la Corte”. No es el caso típico en todas las cortes y de todos los tribunales”.

Puso de ejemplo el modelo norteamericano, donde la Corte elige 80 casos al año sobre los cuales va a fallar. “Puede hacer audiencias públicas, estudiarlos muy bien y fallarlos a fin de año. No es nuestra situación (…) No podemos fallarlas en un año. Es muy difícil”, explicó.

Maqueda, que en diciembre cumplirá 75 años, también habló de la “jubilación anticipada” que anunció el gobierno para su futuro y admitió que lo sorprendió. “Me enteré por los medios. Estaba trabajando, fue en marzo de este año. Lo que pasa es que no es habitual, porque generalmente en la Corte no se ha notificado a nadie que cuando cumpla 75 años se tiene que ir. Eso fue lo que llamó la atención. Faltaban nueve, diez meses para que me jubilara y no tenía decisión”, aseguró.

También expresó un deseo sobre los futuros integrantes de la Corte (el gobierno propuso al Senado los pliegos de Ariel Lijo y Manuel García Mansilla): “Esperemos que este tiempo, desde ahora hasta que me jubile, el Senado puede tratar los pliegos de las personas que han sido propuestas por el Presidente de la Nación”.